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Reportaje Gráfico: Las Artes Místicas del Tíbet

Nos enviaron material sobre el evento que tuvo lugar la semana pasada, en la Casa del Lago de Chapultepec, en donde los monjes tibetanos que visitaron la ciudad de México, llevaron a cabo varias de las actividades características de su cultura, esperamos disfruten este reportaje.

Con el alma... Luz, In láak'ech!!! ૐ

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Las artes místicas del Tíbet: 5 días de paz y amor.


“… tú eres el centro del universo”
Dalai Lama

Del 23 al 27 de junio de 2010 se presentó un grupo de monjes tibetanos en la Casa del Lago, Juan José Arreola, en el bosque de Chapultepec, quienes visitaron nuevamente nuestro país como parte de su tarea de llevar el mensaje de amor del Dalai Lama y crear conciencia sobre la situación política del Tíbet. Los monjes compartieron parte de su cultura al ofrecer cantos con fines curadores e hicieron un Mandala, que en sánscrito quiere decir “cosmograma sagrado”.

El día miércoles comenzaron las actividades con una ceremonia. A pesar de la fuerte lluvia que cayó sobre el D.F. eso no impidió que varias personas asistieran a tan importante evento. Los monjes comenzaron ofreciendo cantos para dar paso a realizar los primeros trazos del Mandala. Sobre una mesa de color negro y apoyándose sobre compases, reglas y gises, los monjes se dieron a la tarea de elaborar el Mandala. Muy pocas veces uno puede presenciar la elaboración de uno, y cuando se hace, la experiencia es inolvidable.

Es inolvidable porque de la nada se crea una representación del universo, una figura que requiere entre 2 y 3 días para su elaboración. Sobre una mesa cuadrada el Mandala tiene forma circular, se emplea fina arena de distintos colores y varias manos para tan laboriosa tarea. Al final el Mandala es desmontado, en una ceremonia se da paso a revolver las arenas disolviendo la representación y cerrando el ciclo.

Los días jueves y viernes hubo cantos y meditaciones en grupo. Previo a cada acto se explicaba la función de los cantos o de las mismas meditaciones como vibraciones u oraciones que buscan devolver un balance a nuestros cuerpos. También, de forma gratuita, en esos días se podía visitar la elaboración del Mandala. Para el día sábado se presentaron algunas películas como la de Kundun (de Martin Scorsese sobre la vida del Dalai Lama) entre otras (a mi parecer hubiera sido muy ilustrativo haber puesto Wheel of Time, el documental de Werner Herzog sobre los monjes tibetanos en Bodh Gaya, lugar en donde Buda encontró la iluminación bajo un árbol).

El domingo, al desmantelar el Mandala, se hace una pequeña ceremonia. Precedida por cantos, la arena que se usó para su elaboración ahora es repartida entre los asistentes. ¿Qué hacer con dicha arena? Una amable señora me explicó que una de las mayores bendiciones que alguien puede recibir es precisamente tener un poco de arena usada en el Mandala. Se puede guardar en un lugar, a la altura de la boca del estómago o en un lugar más alto, dentro de una caja o, incluso, traer unos cuantos granos en un pequeño recipiente alrededor del cuello. Si alguien está enfermo, seguía explicando esta señora, es recomendable poner algunos granos en la coronilla del enfermo o, si alguien está agonizando, hacer lo mismo debido a que es por esa parte que el espíritu sale del cuerpo.

Para concluir la ceremonia una parte de esa arena fue arrojada en el lago de Chapultepec para purificar y traer un balance al lugar.

Los ocho monjes que visitaron nuestro país repartieron bendiciones y, como una forma de apoyar su causa, se podía comprar artesanías elaboradas en el Tíbet. Como se sabe, el gobierno chino ha reprimido a los monjes y no reconoce su autonomía y mucho menos su independencia. Esas artesanías son una forma de apoyar su causa pues viven de forma muy humilde.

Si todavía no ha tenido esta experiencia de convivir con los monjes tibetanos y ver su cultura es algo recomendable más allá de si usted comparte o no sus creencias. Nunca está de más acercarse a otro tipo de expresiones culturales y llevarse algo de ellas para nuestro propio crecimiento como personas.

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