miércoles

Meditación: Visualización Creativa.

Esta meditación es muy interesante por las cosas que se pueden lograr en ella, sirve para desprendernos de lo que no nos gusta y abrir espacio a cosas positivas para nosotros, se las recomiendo mucho.

Con el alma... Luz, In láak'ech!!! ૐ

♥♥

En meditación la visualización creativa ha ido ganando, lentamente, el corazón de occidente. Para quienes todavía miren estas técnicas con recelo, les recuerdo que ha sido científica y ampliamente demostrado cómo funciona en la mente humana el "placebo". Una de las demostraciones científicas fue suministrarle gotas de un frasquito (era agua) a una determinada cantidad de personas y luego de que los análisis demostraban cómo habían mejorado de una determinada dolencia; reemplazaban el agua por un medicamento real. Esas personas, sus organismos, reaccionaban favorablemente ante la medicina porque el cerebro había liberado naturalmente (convencido por el placebo) una "prima de la endorfina". En cambio un grupo similar, que no había sido tratado con placebo, recibió la misma medicina; pero como a ellos no los habían "convencido" de que se obtenían "buenos resultados con dicha medicina", no mejoraron. Sus cerebros no produjeron la "prima de la endorfina"; que era la que hacía que la medicina funcionara.

Además, recordemos que el Dr. Chopra (he editado sobre él) dice que: "todo pensamiento es una sustancia química que circula por nuestro organismo, y causa efectos químicos y físicos".

Esta explicación es para que lean con actitud receptiva la visualización creativa; tal vez les agrade y en algún momento de descanso quieran practicarla. ¿Cuál es el propósito de esta visualización en particular?: "DEJAR IR LO QUE YA NO QUIERO EN MI VIDA". Puede ser una emoción, un sentimiento, una actitud, lo que algunas personas llaman "mala racha/mala suerte"; lo que sea que nos moleste y que ya no queramos más en nuestras vidas. Al DEJAR IR lo que no queremos, le damos la BIENVENIDA A LO QUE SÍ QUEREMOS EN NUESTRAS VIDAS.

Disponemos de al menos 15 minutos, sin apuros, un lugar en que no seamos interrumpidos, nos sentamos cómodamente (posición del loto es ideal), algunas inhalaciones profundas, los ojos cerrados. Aquí vamos:

"Vamos a recordar o imaginar una montaña. Nos paramos en la cima de esa montaña. Hay un volcán sin actividad, apagado. Estamos parados en la boca del volcán y para curiosear miramos hacia abajo y vemos una luz radiante. Pegada a la pared interna del volcán hay una escalinata en forma de caracol, con escalones de piedra y tierra, queremos descender. Nos damos cuenta de que en el primer escalón hay un farol de mano encendido; lo tomamos con la mano izquierda y con la mano derecha, mientras bajamos, vamos tocando la pared del volcán.

Comenzamos a contar en forma descendente, escalón por escalón, de treinta a cero; despacito, bajando en caracol, escalón por escalón, con el farolito en la mano izquierda y con la derecha tanteando la pared del volcán.

A medida que descendemos vemos cada vez más luz y tratamos de definir el sonido que oímos, parece ser una cascada.

Seguimos bajando, contando los escalones, viendo crecer la luz y escuchando cada vez más claro el ruido de la cascada.

Seguimos bajando y escuchamos el canto de algunos pájaros y el sonido del agua cada vez más nítido, llegamos al último escalón.

Nos detenemos. Vemos frente a nosotros un lago azul turquesa. A la derecha hay una cascada entre la vegetación de verdes muy variados donde están los pájaros que oíamos al bajar. A la izquierda del lago hay una roca plana donde justo pega el rayo del sol que entra por la boca del volcán. Dejamos el farolito en el suelo y nos acercamos despacito al lago, miramos el agua y vemos un montón de peces de colores que van hacia la piedra que está a la izquierda.

Tocamos el agua, la sensación es agradable, queremos nadar ahí.

PRESTAMOS ATENCIÓN: Cada prenda que nos quitamos es ALGO QUE QUEREMOS DEJAR IR. Con cada prenda que dejamos caer al suelo, dejamos ir: La bronca, el miedo, la ansiedad, la culpa, la pena, etc.

Nos despojamos de todo lo que ya no queremos para nosotros ni en nuestras vidas. Si dejamos esto así puede regresar (no puede haber un vacío, si dejamos ir un "defecto" y no lo reemplazamos por una "virtud"; el defecto VUELVE); así que tomamos el farolito y quemamos todas esas prendas viejas. Mientras las vemos arder, sentimos que la pena, el miedo, la ansiedad, se van también. Cuando el fuego se va apagando, comenzamos a caminar hacia el lago y el agua acaricia nuestros pies. Nos sumergimos en el agua, serena y placenteramente, nadamos un rato. Nadando nos acercamos a la roca, donde el rayo del sol pega fuerte llenándola de luz y calidez.

Salimos del agua, nos acostamos sobre la roca plana, boca arriba, sentimos el calor del sol y podemos ver a través del volcán un cielo muy limpio, y un rayo de sol deslumbrante.

En la encandilación, sentimos a la derecha una presencia. Nos serena. Esa presencia no tiene nombre, no es un ser humano, es una presencia angelical. Ese ángel nos alcanza unas exquisitas y finísimas prendas de suaves texturas y hermosos colores.

Esas PRENDAS son las CUALIDADES, EMOCIONES, SENTIMIENTOS que SÍ QUEREMOS EN NUESTRAS VIDAS.

Nos incorporamos lentamente, nos vestimos con este nuevo ropaje: Perdón, serenidad, bondad, alegría, etc. Sintiéndonos que SOMOS ESAS PRENDAS NUEVAS, porque ahora son nuestras. Caminamos lentamente hacia la escalera de caracol y comenzamos a ascender escalón por escalón, contando en forma ascendente los treinta escalones, viendo hacia arriba la boca del volcán cada vez más cerca, el cielo cada vez más claro. Salimos y apreciamos el paisaje desde arriba, con los brazos extendidos, y una suave brisa nos envuelve con una maravillosa sensación de libertad"

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