Ya les había hablado en otra de mis publicaciones sobre mi acercamiento a la Herbolaria Maya y el maravilloso mundo lleno de descubrimientos que se abrió ante mí al iniciarme en ese nuevo universo... Así que como lo había prometido, en esta ocasión quiero platicarles que al incursionar en la Herbolaria Maya, no sólo fue para mí una sorpresa adentrarme en el nuevo mundo mágico de las plantas que tenía ante mí, aún me aguardaban varias sorpresas...
Cuando comencé a entender un poco sobre las plantas de la zona Maya, me di cuenta de que muchas de ellas son aún desconocidas para el resto del mundo o en su caso, son poco conocidas, lo cual hace complicada su investigación e identificación, ya que la gran mayoría de sus nombres, por obvias razones, se encuentra en lengua Maya, y es ahí donde comenzó la otra parte de mi aventura, ya que al adentrarme en este maravilloso mundo, me encontré con un obstáculo más, los nombres de las plantas... Así que aunque al estar inmersa en la materia y seguir mis clases con el Maestro Román, y poder aprender sobre ellas y sus usos; había una curiosidad que desde el inicio se arraigó en mí, y era el además de saber los nombres, saber si habría algún significado en ellos?, así que poco a poco y después de un año de tomar clases de herbolaria con el maestro, me di cuenta de la gran necesidad que tenía de comprender un poco más sobre el tema en su lengua original...
Les explico un poco más al respecto.
La cosmovisión Maya aún está viva y muy latente entre sus descendientes originarios que siguen practicando sus costumbres, usos y cultura, y por lo tanto, ellos siguen manteniendo la lengua original viva, aunque con su variante ahora escrita en el alfabeto castellano, ya que como algunos de ustedes posiblemente sepan, la lengua maya en su origen era representada con pictogramas, que a raíz de la llegada de los españoles se adaptó para poder ser comprendida por los nuevos colonizadores y posteriormente mestizos... Es así como los mayas de nuestro tiempo aún la siguen utilizando y muchos de ellos transmitiendo.
Por esa razón y no teniendo la necesidad o no habiendo manera de traducir los nombres de las plantas, y de muchas otras cosas, en lengua castellana; se siguen manteniendo en su original lengua Maya y los que ahora nos damos a la tarea de aprender sobre el tema, vemos que sigue siendo así, ya que ritos, ceremonias, oraciones, plantas, y en general la cosmovisión sigue manteniendo su utilización.
Esto se debe a una muy simple razón, la lengua Maya es una lengua viva y muy activa en sentido espiritual, sus palabras y muchas de sus frases tienen un significado muy profundo, que describe no sólo este mundo sino su mundo "mágico", y en ellas va implícita la vibración cósmica, y esto, como ustedes podrán imaginar, no habría manera de traducirlo en lengua castellana, ya que el significado profundo de esas palabras no tiene forma de explicarse o describirse en español, y es por esta razón que ustedes verán en su mayoría de ceremonias y otros ritos que aún se siguen utilizando; como lo es en el ámbito de la botánica, así que es importante para quienes queremos comprender el origen de sus palabras y el verdadero significado de su conocimiento, que la lengua Maya es necesaria aprenderla y comprenderla tanto como su cultura y todo lo que ella engloba.
Así que viéndome yo en esta necesidad y en vista de que en el mismo instituto donde tomo mis clases de herbolaria, se encuentra la esposa del maestro Román, la Maestra Lupita Chacón quién es la encargada actualmente de impartir las clases de lengua Maya; es que de inmediato y sin pensarlo demasiado, a inicios del año pasado, tomé la decisión de incursionar un poco más en este mundo que envuelve la cultura Maya, adentrándome en el conocimiento de su lengua...
Debo reconocer que no ha sido una labor nada fácil para mí, ya que al tener conocimiento de otras lenguas que en sus bases no tienen gran similitud con la lengua Maya, hace la tarea de aprenderla, algo más complicada, pero vale la pena el intento para poder adentrarme en su significado, en el conocimiento de una lengua ancestral aún viva y que además tiene tanta profundidad espiritual en su estructura.
Esto último es algo que empezó a maravillarme al inicio de las clases de lengua, ya que no tenía ni la más remota idea de lo que esto sería para mí, ya que nunca me imaginé, aunque el Maestro Román en varias ocasiones intentó explicarlo, que la lengua tiene un significado aún más profundo para ellos, fue hasta que empecé a estudiarla, que entendí a lo que que él se refería, y es entonces que me quedó más clara la razón por la cual los Mayas fueron maestros ancestrales con un conocimiento tan profundo y una cultura espiritual tan arraigada en un nivel más sutil y hasta sublime se podría decir!!
Es bien importante además no dejar que esta lengua se pierda y es para mí un privilegio y una gran oportunidad, la que me ha dado el universo, de poder acercarme a esta cultura y aprender tantas cosas de ella incluyendo la lengua.... Y me siento muy orgullosa de que a nivel internacional, muchísimos extranjeros están bien interesados también en ella y su sabiduría, aprendiendo la lengua, sus costumbres y cosmovisión, así como sus medicinas y rituales... En verdad creo que son ellos más que los mismos mexicanos quienes se encuentran más comprometidos con ella, en aprenderla y difundirla!!!
Pero nunca es tarde para que nosotros también sepamos valorarlo y reconocerlo al grado de hacerla respetar, así como mantener sus tradiciones que son tan diferentes a las de otras culturas de nuestro mismo país, pero con una profundidad similar en conocimiento espiritual!!!
Si alguno de ustedes tiene la oportunidad de acercarse a esta cultura, a sus orígenes y a la gente de esta cultura que aún mantiene sus tradiciones; realmente se los recomiendo, ya que por muy pequeña que sea la experiencia, siempre va a ser enriquecedora; y si ustedes son personas abiertas de espíritu y corazón, van a lograr percibir la profundidad de sus conocimientos, de su forma de ser y de su aún ahí impregnada, sabiduría ancestral.
Con el alma... Luz, In láak'ech!!! ૐ
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