domingo

SAMAHIN... AÑO NUEVO CELTA!!!

Continuando con la celebración de Samhain, es importante conocer un poco de su historia, su significado y la forma en que esta se llevaba a cabo en la antigüedad, para lograr comprender el origen de muchas otras tradiciones del día de muertos alrededor del mundo y la celebración del año nuevo Celta, a partir del cambio de las estaciones, el conocimiento y el respeto, más apegado a los ciclos naturales!!!

Una época en que se vivía en mayor armonía con la madre tierra y sus propias enseñanzas, que venían en cada estación, con sus cambios y características que nos dejaban aprendizajes de vida... hacia el camino de la evolución espiritual y profunda, en nuestras propias creencias y recolectando los frutos de nuestras propias acciones durante todo el proceso...

Cuando aún se mantenía un contacto con las fuerzas elementales de la naturaleza, quienes no sólo servían al hombre, sino que lo ayudaban y guiaban en su paso por esta tierra!!!

Aquí les dejo un poco de información al respecto, el posible significado del nombre y otras curiosidades sobre esta hermosa tradición... un año nuevo, que empezaba desde el otoño, invitando a todos a la reflexión, la introspección, y el análisis sobre lo sembrado durante todo el año y cultivado en esta bella época.

Feliz año nuevo Celta para todos!!!
Con el alma... Luz, In láak'ech!!! ૐ

♥♥
           

 La palabra “Samhain” viene probablemente del viejo idioma irlandés, “sam” por “summer” (verano) y “fuin” por “end, sunset” (fin, puesta del sol). Etimológicamente, “sam” es una raíz lingüística indoeuropea, que también se encuentra en la palabra sánscrita “sama” que significa estación del tiempo, temporada. Samhain quiere decir “fin del verano” y da el nombre al primer mes del año celta, que se llama “Samonios” en el lenguaje celta galo.

Samhain es la festividad celta más importante y conocida y con ella llegamos al final del año y del ciclo de la energía de la naturaleza a través de la rueda representada en los 8 sabbats, fiestas solares celtas.

 Establece el principio del Año Nuevo céltico. Según su mitología este es el tiempo en el que las tinieblas ("Pleiades") se levantan para anunciar el triunfo de la noche sobre día. El tiempo del "sol pequeño" y la estación del año que es gobernada por los reinos de la luna.

Es en este tiempo que se honra a los antepasados y recuerda a los muertos celebrando un banquete en la víspera de Samhain. Este banquete recibe en gaélico irlandés el nombre de "Fleadh nan Mairbh" ("Banquete de los Muertos" en irlandés).

 Éste era el único momento en el año, en la que el velo que separa este mundo y el otro desaparece, o bien era más fácilmente traspasable. Por esta razón también era una época de adivinación.

Este día (o esta noche) era considerado en cierta manera atemporal (el tiempo suspendido como lo denomina MacCana en "Celtic Mithology") y en cierta manera puede que incluso, por veces, adimensional. Debido a esto los miembros del clan idos y los que están "por volver" caminan libremente entre los vivos en la comunión del banquete. De esta forma pasado presente y futuro se reúnen en celebración. Los dioses también visitaban el lugar de los humanos, para lo cual se procedía con ofrendas para su alimentación ritual.

Pero Samhain es ante todo la noche más importante para la reflexión, para soltar lo viejo, hacer balance y atraer lo nuevo en el año que comienza y para honrar la memoria de quienes nos han abandonado.

Más allá de las calabazas, hoy como hace milenios, Samhain nos recuerda que somos parte de un todo mayor que nos acoge y que sobrevivirá a nuestra breve estancia…


“Samhain es testigo de las últimas cosechas. Marca el AÑO NUEVO
celta en el que todo lo que no se ha cosechado debe permanecer en
los campos a beneficio de los espíritus. Es la noche de la Cena
silenciosa, la noche de los Ancestros, la noche para trabajar con
los difuntos. Es una noche de liberación, de consuelo, de duelo.
También es el momento de los nuevos comienzos. Puedes eliminar todo
lo que no ha funcionado y empezar de nuevo”
Cerridwen Iris Shea* 

Era la fiesta nocturna de bienvenida al Año Nuevo.

     La costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano.

Tras la romanización de los pueblos celtas – con alguna excepción como es el caso de Irlanda- y, a pesar de que  la religión de los druidas llegó a desaparecer; el primitivo ‘Samhain’ logreó sobrevivir conservando gran parte de su espíritu y algunos de sus ritos.

Samhain es la más importante de las festividades del período pagano que dominó Europa hasta el advenimiento del Cristianismo.  Marcaba el final de la temporada de las cosechas que se realizaban en el
periodo “claro” del verano, y con el periodo “oscuro” llegaba el año nuevo.  Celebrada el último día del octubre en el hemisferio norte y el último día de abril en el hemisferio sur.

Sobre la religión de los celtas no se sabe mucho porque no escribieron sobre ella, sino que todo se comunicaba oralmente de generación en generación.  Las festividades   de Samhain duraban las "tres noches de Samonios"  y finalizaban con una fiesta de los “espíritus”. Con ella se terminaba al año viejo y nacía el año nuevo.  Algunos druidas, operando como médiums,  se comunicaban con los antepasados muertos esperando ser guiados hacia lo imperecedero.

Se creía que los “espíritus” de los ancestros venían en esta fecha a visitar sus antiguos hogares y de ellos se podían conseguir consejos y ayuda. Es por eso que se ornaban las casas con flores de la estación, con hojas de roble secas y con salvia. Pero también se trataba de ahuyentar los malos espíritus a los que se trataba de aterrorizar con hongos venenosos, figuras siniestras y objetos representando la muerte.